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Mia May, la modelo erótica suiza

Sep 28, 2024 sixbot

Mia May es más que una joven trabajadora sexual. Es una voz por la autodeterminación, la transparencia y el trato respetuoso en la industria erótica. Con más de cuatro años de experiencia como escort en Suiza, Mia May ha desarrollado un profundo conocimiento de su profesión y habla abiertamente sobre su trabajo, los desafíos y los prejuicios que enfrenta.

Mia utiliza plataformas como 6love para ofrecer sus servicios. Esta plataforma le permite tener primero un contacto civilizado con clientes potenciales antes de que se produzca una reunión cara a cara. “Los clientes, esto se aplica a Davos, pero también a otras ciudades, en general están bien educados y el trato con ellos nunca es desagradable ni molesto”, explica Mia. Utiliza la plataforma para organizar reservas que duran entre cuatro y doce horas, según el tiempo. el cliente puede. El precio por doce horas ronda los 2.000 francos, una oferta que incluye discreción y profesionalidad al más alto nivel.

Clientes educados e interacción respetuosa.

Mia May valora especialmente que la plataforma 6love le permita establecer el contacto inicial con los clientes de forma controlada. El contacto suele realizarse a través de WhatsApp y luego se conocen en persona antes de concertar la reunión. Para Mia es importante que los clientes sean respetuosos y civilizados, un requisito que ella considera especialmente cumplido en ciudades como Davos.

Mia enfatiza que sus clientes provienen de todos los ámbitos de la vida, pero tienen un denominador común: son educados, educados y aprecian el servicio profesional que brinda Mia. “Mis clientes son en general personas decentes, amigables y completamente normales de todos los géneros”, dice. Para Mia, este enfoque respetuoso es un aspecto central de su trabajo y contribuye significativamente a su experiencia positiva en el trabajo.

Experiencias exclusivas y altos estándares en el WEF

Una de sus experiencias especiales: trabajar como acompañante durante el Foro Económico Mundial (FEM) en Davos . En tales ocasiones, los servicios de Mia suelen reservarse por períodos más largos para poder responder con flexibilidad a las necesidades de los clientes. Depende de los deseos del cliente y de si Mia todavía tiene ganas de ir a la montaña si pasa la noche en Davos después de la reunión o vuelve directamente a casa. “Dependiendo del cliente, una reserva dura entre cuatro y doce horas”, explica Mia. El precio de 2.000 francos para las reuniones más largas refleja la exclusividad y el servicio personalizado que Mia ofrece a sus clientes.

Si bien estas oportunidades son una diversión emocionante para Mia, también son una prueba de que su trabajo es mucho más que un simple cliché. Destaca que su seguridad está siempre garantizada y que existen protocolos en caso de emergencia. “El nivel de peligro en la prostitución legal no es mayor que en la sala de urgencias de un hospital y mucho menor que en la policía o los bomberos”, subraya Mia.

Percepción pública: una imagen defectuosa

Mia es muy consciente de los prejuicios que rodean su profesión y lucha activamente contra ellos. Critica la imagen incorrecta ante la opinión pública, donde a menudo se agrupa a los proveedores de servicios eróticos legales y profesionales con las víctimas de la trata de personas y la prostitución forzada. Para Mia, esto no sólo es un error, sino una injusticia que distorsiona la verdadera esencia de su trabajo.

“La imagen pública de mi trabajo es fundamentalmente errónea”, afirma Mia. Su misión es exponer y aclarar este malentendido. Para ellos, sus clientes no son perpetradores, sino personas que buscan un servicio al mismo nivel y los tratan con respeto. “Esto se debe esencialmente a que en mi trabajo se mezclan muchas cosas que no van juntas”, explica Mia, defendiendo que la profesión del trabajo sexual debería ser tratada con más respeto.

Una profesión que merece respeto y reconocimiento.

Mia May defiende una práctica del trabajo sexual moderna, autodeterminada y profesional. Demuestra que esta profesión es mucho más que el estigma negativo que a menudo se le atribuye. Para Mia, el trabajo sexual es un trabajo como cualquier otro: un trabajo que requiere compromiso, dedicación y un alto nivel de discreción y profesionalismo.

Con su carácter abierto y su incansable compromiso por una mayor aceptación, Mia es un ejemplo para todas las trabajadoras sexuales que ejercen su profesión con orgullo y autodeterminación. “Mis clientes son educados, educados y respetuosos, y estoy orgullosa de haber elegido este camino”, enfatiza Mia. Su objetivo es cambiar la imagen del trabajo sexual en la sociedad y dejar claro que esta profesión es estable y respetada. espacio.